San Publicito: en nuestras ideas están nuestros pecados
El último viernes del mes de enero es el día de San Publicito, patrón de las agencias de publicidad. Y como en donde hay patrón, no manda marinero, todo el equipo de Estratividad dedicaremos el tan esperado festivo para navegar hacia mares más alejados, sin perder de vista aquel que vemos todos los días desde la ventana del agencio.
¿Es San Publicito un invento de los publicistas para tener un día libre?
Podría ser, pero no. Lo cierto es que existen tres leyendas sobre la muerte de San Publicito, cada cual más divertida a la par que realista y que podrían explicar el origen del Día de la Publicidad:
# San Publicito becario #
Según cuenta la leyenda, Publicito era un pobre becario del departamento de ventas de una empresa cualquiera, nombre de la cual se ha perdido en la memoria de los tiempos. El muchacho, que quería marcarse un tanto ante su nuevo equipo, decidió crear una OC (Orden de Compra) en la herramienta de gestión de su empresa de publicidad… Sin éxito, como cabía esperar. Uno de los clientes llamó para pedir que le pagaran una de sus facturas. Publicito se armó de valor y se enfrentó, por primera vez, a la temida herramienta. Para su mala suerte, primero le pidió un hijo, después su sangre y, finalmente, su vida. Así terminó la triste vida de un pequeño Publicito que acababa de comenzar su andadura por el oscuro y siniestro mundo de las herramientas de gestión y contabilidad en las agencias de publicidad.
# San Publicito diseñador gráfico #
Otra de las leyendas nos dice que, en realidad, Publicito trabajaba en una empresa gráfica por las noches. Una de esas noches y tras enfrentarse a más de 50.000 modificaciones y revisiones por parte de un cliente, éste le pidió a Publicito hacer el logo más grande. Publicito, que el pobre esperaba cansado a que le dijeran que su turno había acabado y podía regresar a casa a descansar tras una larga jornada de trabajo, acabó siendo aplastado por un logotipo gigante. Nada se pudo hacer por su vida.
# San Publicito productor #
Por último, la otra leyenda que existe en torno a la figura de nuestro máximo patrón cuenta que Publicito fue testigo de un auténtico milagro divino. En uno de sus días como trabajador de un departamento de producción, el bueno de Publicito se encontró un milagroso briefing con unos plazos de entrega coherentes, un timing perfecto y un gran presupuesto con el que comenzar a trabajar. Ni una sola pega, ni un solo pero. Sin, apenas, llegar a creérselo, Publicito fue a imprimir el trabajo con la mala suerte de que la máquina de 5 tintas se tragó también su cuerpo. Desde aquel momento, todas las impresiones de las agencias de publicidad aparecen con un mensaje de tinta directo como homenaje a su pérdida.
Oración estrativa por el Día de la Publicidad
Para demostrar la devoción que profesamos por tan venerable personaje, os recomendamos no terminar el día de hoy sin rezar esta oración:
¡Feliz Día de la Publicidad a todos nuestros compañeros! 😊
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